¿Por qué las mujeres son más sensibles a la depresión?
La depresión es una enfermedad cada vez más común, pero no afecta por igual a toda la población: según los datos recogidos por la Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud español, la prevalencia de depresión en mujeres es del 16.5%, mientras que en los hombres es de 5.9%, menos de la mitad.
Según el National Institute of Mental Health norteamericano, hay factores biológicos, de ciclo de vida, hormonales y psicosociales que son únicos de la mujer, y que se relacionan con el hecho de que las tasas de depresión sean más elevadas entre mujeres que entre hombres.
Algunos de los principales factores identificados son:
- La genética. Si una mujer cuenta con antecedentes familiares de depresión, puede tener un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad, pero también hay mujeres sin antecedentes de depresión que la padecen, y mujeres con antecedentes que no llegan a padecerla nunca.
- Las hormonas. Los estudios han demostrado que las hormonas afectan directamente la química del cerebro, que controla las emociones y el estado de ánimo. Existen etapas específicas durante la vida de una mujer que implican cambios hormonales, como la pubertad, los períodos menstruales, el embarazo o la menopausia.
- El trastorno disfórico premenstrual. Algunas mujeres pueden padecer un tipo de síndrome premenstrual grave llamado trastorno disfórico premensutral o TDPM. Durante la semana antes de la depresión, las mujeres afectadas por esta patología padecen depresión, ansiedad, irritabilidad o cambios de estado de ánimo, lo que puede contribuir a generar una depresión a largo plazo.
- La depresión posparto. Las mujeres son especialmente vulnerables a la depresión después de dar a luz, dados los cambios hormonales y físicos que esto implica, sumado a la nueva responsabilidad del recién nacido. Muchas madres primerizas sufren un breve episodio de tristeza posparto, pero algunas sufren un episodio más grave que puede derivar en una depresión.
- La menopausia. Aunque hay mujeres que entran en esta etapa sin problemas de estado de ánimo, otras aumentan el riesgo de padecer depresión por los cambios que implica esta nueva situación. El momento de más riesgo es la transición entre la premenopasia y la menopausia.
- El estrés. La combinación del trabajo fuera del hogar y del cuidado de los hijos o familiares mayores suele recaer en mayor medida en las mujeres. El enfrentamiento a estos desafíos conlleva una mayor propensión al estrés, lo que puede predisponer a un episodio depresivo.
Además, cabe destacar que la depresión a menudo coexiste con otras enfermedades que pueden presentarse causar la depresión, ser una consecuencia de ésta o una combinación de todos estos factores.
Aunque la depresión afecta tanto a hombres como a mujeres, las segundas tienen más probabilidades de padecerla y por esto se está investigando para explicar esta diferencia y mejorar el tratamiento.
La depresión es una enfermedad común, pero no por esto se le debe restar importancia: el tratamiento combinado entre psicoterapia y fármacos ayudará a superarla y a sobrellevar una vida satisfactoria respondiendo a los retos que asumen las mujeres en las diferentes etapas de su vida.