¿Por qué se desarrolla una adicción?
El National Institute on Drug Abuse define adicción como un “trastorno crónico y recurrente” que se caracteriza por la “búsqueda y el consumo compulsivo de la droga”. De hecho, una adicción es muy similar a una enfermedad, ya que ambas afectan al funcionamiento normal de un órgano. Pero, ¿por qué una persona cae en la espiral de la adicción? ¿Qué factores aumentan el riesgo de desarrollarla?
¿Qué cambios físicos provoca la adicción?
Según el National Institute on Drug Abuse, se considera que una adicción es un trastorno cerebral, ya que provoca “cambios funcionales en los circuitos del cerebro que participan en la recompensa, el estrés y el autocontrol”. De hecho, la pérdida o disminución del autocontrol es una de las señales más claras para detectar la adicción.
Tal y como se puede observar en la imagen, el cerebro de una persona que sufre una adicción muestra cambios físicos en aquellas zonas que rigen la toma de decisiones, el aprendizaje, la memoria y el control del comportamiento:
Así, la adicción es muy similar a cualquier otra enfermedad, ya que también altera el funcionamiento normal de un órgano. Cuando una persona se vuelve adicta a cualquier tipo de sustancia, ya sea tabaco, alcohol u otras drogas, perjudica gravemente su salud.
¿Cuáles son las razones por las que una persona se acerca a las drogas?
El National Institute on Drug Abuse apunta cuatro motivos:
- Sentirse bien: para muchas personas, consumir drogas es sinónimo de placer. La euforia es la principal sensación que producen este tipo de sustancias, a la que también se añaden otros sentimientos como el poder, la autoconfianza, la relajación o la satisfacción.
- Sentirse mejor: las personas que sufren depresión, ansiedad o estrés pueden comenzar el consumo de drogas precisamente para calmar o aliviar este tipo de sensaciones.
- Desenvolverse mejor: algunas personas recurren al consumo de drogas para mejorar sus habilidades o capacidades, como por ejemplo la concentración.
- Presión social: muchas veces la presión del entorno empuja a la persona a consumir. De esta manera, se siente más integrada o aceptada en el círculo social. La presión social suele afectar más a los adolescentes.
Cuando se comienza a consumir es frecuente pensar que se tiene el control, pero las drogas se apoderan rápidamente de la vida de la persona y con el tiempo necesitan consumir más y con mayor frecuencia.
Según apunta el National Institute on Drug Abuse, existen factores biológicos y ambientales que aumentan el riesgo de adicción. Respecto a los factores biológicos, muchos estudios señalan que los genes representan entre un 40% y un 60% del riesgo de adicción. Además, también tiene un gran peso la etapa de desarrollo en la que se encuentra la persona. Si nos fijamos en los factores ambientales, cabe destacar aquellos que se relacionan con la familia, la escuela o el entorno más cercano.
En cualquier caso, con ayuda médica y tratamientos específicos es posible superar una adicción. En Centre Mèdic BM encontrarás un equipo de psiquiatras y psicólogos especialistas en el tratamiento de adicciones y trastornos mentales.