¿Cómo identificar los ataques de pánico?
Los ataques de pánico son un tipo de trastorno de ansiedad en el cual la persona siente ataques repetitivos de terror o miedo intenso, generados por la sensación de que algo muy malo está a punto de ocurrir.
No es sencillo predecir cuándo o dónde una persona afectada por ansiedad sufrirá un ataque de pánico, especialmente las primeras veces que se sufre. Estos ataques pueden presentarse en cualquier momento, incluso mientras se duerme, y cuando ya se ha sufrido alguna vez, la simple preocupación de padecer otro puede provocar su aparición.
Los ataques de pánico son más frecuentes en las mujeres, y se presentan habitualmente en la adolescencia o al inicio de la edad adulta. En ocasiones se sufren de manera aislada, pero en ocasiones conviven con otras enfermedades mentales o físicas, y por eso es importante poder identificar correctamente sus síntomas.
Principales síntomas de un ataque de pánico
A continuación ofrecemos un listado de los principales síntomas que se presentan en los ataques de pánico, que alcanzan su máxima intensidad durante los 10-20 primeros minutos. Sin embargo, algunos de estos síntomas pueden prolongarse durante una hora e incluso más.
Se considera que una persona puede estar sufriendo un ataque de pánico si presenta por lo mínimo cuatro de estos síntomas durante el ataque:
- Molestia o dolor torácico
- Mareo o desmayo
- Miedo a una muerte inminente
- Sensación de asfixia y dificultad para respirar
- Sentimientos de irrealidad
- Náuseas y dolor estomacal
- Entumecimiento u hormigueo en manos, pies o cara
- Palpitaciones, frecuencia cardíaca acelerada
- Sudoración, escalofrío o sofocos
- Temblor o estremecimiento
Si usted o alguien de su alrededor está experimentando episodios similares a un ataque de pánico, es importante que evite consumir alcohol o estimulantes como la cafeína o la cocaína, sustancias que pueden desencadenar o empeorar los síntomas.
Si la aparición de estos ataques de pánico le impiden llevar una vida normal, quizás es el momento de contactar con un psiquiatra o un psicólogo. Existen terapias eficaces que pueden ayudarle a llevar una vida plena y satisfactoria.