La depresión impacta en la salud cardiovascular tanto como la obesidad o el colesterol
La Organización Mundial de la Salud estima que 350 millones de personas en el mundo padecen depresión. No obstante, según revela un estudio elaborado por investigadores del Helmholtz Zentrum München y la Universidad Técnica de Munich, la depresión también tiene un gran impacto en la salud cardiovascular de los pacientes que la sufren.
Los resultados del estudio, publicado en la revista especializada “Atherosclerosis”, se han basado en los datos que se han recogido tras el seguimiento durante 10 años de 3.428 hombres de entre 45 y 74 años. En todos los casos se comparó el impacto de la depresión con los cuatro principales factores de riesgo cardiovascular. Así, el Dr. Karlz-Heinz Ladwig, autor del estudio, explica que “el riesgo de tener una enfermedad cardiovascular mortal vinculado a la depresión es casi tan grande como el debido a los niveles elevados de colesterol o la obesidad”.
El Dr. Ladwig apunta que la depresión “representa aproximadamente el 15% de las muertes cardiovasculares”, un porcentaje que se puede equiparar a la causada “por otros factores de riesgo como la hipercolesterolemia, la obesidad y el tabaquismo”. Estos dos factores representan el 8% y el 21%, respectivamente, de las muertes cardiovasculares. A partir de los datos del estudio, el Dr. Ladwig explica que se podrá “mejorar el diagnóstico en los pacientes de alto riesgo”.
Ayuda médica para tratar la depresión
Son varios los factores que pueden conducir a la depresión. En primer lugar, la genética puede hacer que quiénes tengan antecedentes familiares de depresión puedan ser más propensos a desarrollar la enfermedad. Otro factor puede ser la química cerebral, ya que quienes padecen depresión tienen una química cerebral diferente a la de aquellos que no la padecen. En último lugar, el estrés y las situaciones que lo provocan también pueden dar lugar a vivir un trastorno depresivo.
Las personas que padecen depresión suelen tener sentimientos de tristeza, vacío, desesperanza, ansiedad o culpa. Pierden el interés por sus actividades favoritas, se sienten cansados y tienen dificultad para concentrarse o recordar detalles, entre otros.
En cualquier caso, si en su entorno tiene a alguna persona que padece depresión, el primer paso es ayudarle a que consulte a un especialista en salud mental y ofrézcale apoyo, comprensión y ánimo. La depresión es una enfermedad que con tratamiento médico y ayuda especializada puede superarse.